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lunes, 11 de julio de 2016

Exiliados




Puede parecer el título de cualquier artículo sobre la Guerra Civil, la de los Balcanes o la de cualquier otro conflicto bélico del Siglo XX, pero no.

Exiliados son también los jugadores de selecciones nacionales que disputan sus partidos oficiales como locales en otros países.
Y si, son muchos, aunque parezca surrealista en pleno siglo XXI, los que han jugado los partidos de clasificación para el Mundial de Rusia 2018 fuera de sus fronteras.

En algunos casos como varios países de la CONCACAF son problemas de infraestructuras como por ejemplo las Islas Vírgenes Británicas decidió jugar los dos partidos de la eliminatorio contra Dominica en el campo del rival.
El motivo, la verdad que también parece surrealista en Europa, ya que su estadio estaba en obras.
Debía ser difícil cuadrar el momento, sobre todo cuando las Islas Vírgenes Británicas suele jugar un partido oficial en casa cada cuatro años, ya que no suele pasar la primera ronda de clasificación.

Pero la gran mayoría de inconvenientes vienen en Oriente Próximo y Medio, sobre todo tras las Guerra de Irak que provocó el descontrol de países otrora fuertes.

A continuación la situación de cada país:

Yemen: La recente guerra civil entre el Gobierno suní y los hutíes, con el Estado Islámico aprovechando también la ocasión, han envuelto al país en el caos, con lo que les costó hermanarse en 1990...
Por este motivo la selección nacional disputa sus partidos en Qatar. Concretamente ha jugado 3 partidos en el Grand Hamad Stadium, terreno de juego del Al Arabi y otros 2 en el Suheim Bin Hamad Stadium, propiedad del Qatar SC y Umm Salal. En total 1.894 personas de media presenciaron sus partidos. Realmente nunca el fútbol fue multitudinario en Yemen. La anterior fase de clasificación para el Mundial la jugaron en Emiratos Árabes Unidos.

Partido de fútbol improvisado en Saná, la capital de Yemen.

Pakistán: Pese a que iba a disputar su partido frente Yemen en Lahore, un atentado talibán dos días antes en la ciudad obligaron a suspender el partido y llevarlo a Bahrein.
El partido se disputó en el Khalifa Sports City Stadium, casa del Al-Najma, club de la segunda división.

Timor Leste: Lo incluyo en este grupo aunque sea un caso especial ya que solo disputó un partido fuera de su país y por otros motivos. El problema fue que no disponía de un terreno de juego en condiciones para el partido contra Emiratos Árabes.
El campo elegido fue el Shah Alam Stadium, en Malasia, donde juega sus partidos el Selangor.

Palestina: Por fin pudieron jugar en casa los palestinos, aunque les duró poco la alegría.
El segundo y tercer partido del grupo tuvieron que jugarse en Jordania ante la imposibilidad del Gobierno de garantizar la seguridad, algo normal y lógico.
Los dos encuentros tuvieron lugar en el Amman International Stadium, el estadio nacional jordano con una reseñable cifra de 10.000 espectadores de media.
El cuarto partido, con las cosas más calmadas por las franjas, se celebró en Hebrón.

Palestina venció a Timor por 7-0 ante 6.000 personas en su vuelta a la Franja.

Maldivas: Caso parecido al de Timor. El estadio nacional no cumplía las condiciones exigidas y tuvo que jugar el partido de grupo frente a China en Shenyang ante casi 30.000 espectadores. Posteriormente jugó los demás partidos en Malé.

Afganistán: No creo que haya nada que explicar acerca de la situación en Afganistán. Por ello ha disputado la fase de clasificación en Irán. En total ha utilizado 3 estadios para 4 partidos: el Azadi Stadium ( estadio nacional, del Esteghlal y Persepolis), el Takthti Stadium (casa del Naft de Teherán) y el Samen Stadium. Contó con asistencias de bastante mérito destacando el último encuentro frente a Singapur ante cerca de 25.000 personas. En 2014 jugó como local en Tadjikistán.

Siria: Otro país más que vive una situación caótica y tiene que jugar sus partidos como local en Omán.
El Sultan Qaboos Sports y el Al-Seeb Stadium fueron las sedes ante poco más de 200 personas.
Sin duda era el desplazamiento más largo, más de 2.200 km, lo que imposibilitó más aún los viajes de la poca afición que podría haber viajado. Otro punto importante es que las salidas hacia el sur estaban controladas por el Estado Islámico y por los grupos rebeldes opositores.
En 2014 jugó en Jordania.
Reparto del territorio sirio en plena fase de clasificación: Régimen, ISIS, opositores, Al Nusra, Kurdos...


Irak: Caso similar al sirio, aunque geograficamente favorable, ya que el territorio no ocupado por el ISIS si controlaba más de una frontera.
Un país con gran tradición futbolística, que jugó sus tres partidos en el PAS Stadium de su vecina y enemiga Irán. No tuvo grandes afluencias de espectadores, eso si en un campo de solo 8.000 espectadores. En 2014 jugó en Qatar.

Myanmar: La antigua o actual (para algunos todavía) Birmania tuvo que jugar sus partidos en Tailandia por una sanción de la fase de clasificación anterior. En la previa de 2014 la afición invadió el campo en pleno partido frente a Omán.
El Rajamangala Stadium y el National Stadium acogieron los 3 partidos de Myanmar.

Kuwait: Fase de clasificación convulsa donde las haya. Se vieron obligador por la FIFA a jugar el primer partido en el Abullah bin Khalifa Stadium de Qatar por motivos aún desconocidos y a falta de tres partidos, con serias opciones de clasificarse, fueron descalificados por una sanción a la federación nacional.


No estaría de más que en la próxima fase de clasificación cada selección pudiera jugar en su país...Sería un espejo de la realidad que hay en el mundo, en este caso una mejor realidad.
De ahí que sea imposible separar la política y la vida del fútbol.

El día que Siria vuelva a jugar en el estadio Abbadisiyyin de Damasco, las cosas irán un poco mejor en el planeta Tierra.

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